martes, 16 de agosto de 2016

ORGULLO VIÑAMARINO


Hace ya un  tiempo y por diferentes razones  había dejado de escribir esta columna de carácter deportivo  vinculada  a la disciplina de la Natación,  pero no podía  dejar de pasar  esta oportunidad para destacar el esfuerzo, entrega, sacrificio y  compromiso de un nadador  viñamarino formado  al alero del  Club Academia de Natación de Viña del Mar, Felipe Tapia Salinas, quien a los dieciocho años  quiso ir en búsqueda de un sueño, tomó una decisión y  se fue a vivir y entrenar a Córdoba en  Argentina,  al alero del técnico  Daniel Garimaldi,  siguiendo los mismos pasos que antes había dado la destacada Kristel Kobrich.

La vida de un nadador de alta competencia no es fácil, cuesta mantener amigos, se entrena de madrugada,  cuando la mayor parte de la gente  duerme ellos entran al agua y brazada tras brazada  completan el primer entrenamiento del día, luego al gimnasio a media mañana,  por la tarde nuevamente al agua a repetir las brazadas, todo esto  complementado con masajes, elongación, sicólogo, yoga, etc.   dieta alimenticia estricta y balanceada para aguantar tanto desgaste, el descanso,  imprescindible, hay que regenerar para seguir al otro día y así, día tras día , mes a mes, año a año, en búsqueda de ese sueño, el camino no es fácil y sin el apoyo incondicional de la Familia, nada de esto es posible.
A través de estas líneas quiero destacar a estos "locos" deportistas que luchan por un sueño,  Felipe lo logró,  llegó a sus primeros Juegos Olímpicos, esta vez  en  Rio 2016,  algo impensado para muchos y añorado por otros tantos, pero con una cuota de sacrificio personal enorme y con un apoyo familiar incondicional.
Bravo Felipe, mereces lo que has logrado, cada uno forja su propio destino y   sin duda vendrán mayores desafíos,  por lo menos hoy ya  te has convertido en un referente para  la Natación Chilena y de Viña del Mar.

Con Cariño.

E.V.C.